Ha transcurrido un año más.
Entre la increíble cantidad de acontecimientos de todo tipo que pasaron en el planeta, en el país y por supuesto en nuestra provincia, queremos destacar, especialmente y con mucha gratitud y emoción, lo siguiente: el altruismo, la enorme voluntad, la hermosa e increíble dedicación y la preocupación minuciosa para cada extracción de leche de cada una de las mamás donantes.
Un verdadero trabajo y esfuerzo solidarios que realizan ustedes, mamás ANÓNIMAS todos los días, varias veces por día, entre la atención prioritaria de su bebé y con sus circunstancias personales y familiares...
También ANÓNIMOS bebés vulnerables prematuros y de muy bajo peso al nacer, podrían haber padecido muchas complicaciones serias, o quedar con secuelas para siempre, o al borde de la muerte o, indefectiblemente, morir, sin ustedes y vuestra leche, madres donantes, generosas, sensibles y persistentes...
La leche que ustedes donaron y continúan donando, está siempre debidamente manipulada y tratada como el fluido natural más precioso, y una de las herramientas más poderosas con las que contamos para que no ocurra lo descripto más arriba.
Recordemos lo que fue expresado en este mismo sitio, hace unos meses atrás: la tasa de mortalidad infantil (TMI) de la provincia disminuyó a la más baja de la historia en estos últimos tres años. Las autoridades sanitarias, incluido el propio gobernador, reconocieron que la utilización de la leche humana donada, recolectada, transportada y manipulada adecuadamente a través de la Red de Leche Humana y pasteurizada con calidad y seguridad en el Banco de Leche Humana, ha sido, sigue y seguirá siendo una de las fortalezas en la disminución de las muertes infantiles, fundamentalmente de los más pequeñitos.
Muchas gracias para siempre en el nombre de esos bebés, nuestros pacientes de todos los días...
